Uno más uno no siempre suman dos

Cuando era pequeña mi madre me decía que era la abogada de las causas perdidas. Siempre me gustaron los perdedores, me parece que tienen un halo de dignidad. Su lucha truncada, su mirada decidida a conseguir sus objetivos y a la vez con la idea presente de que va a ser inútil pues está abocado al fracaso.

Esto debe ser lo que me pasa con Izquierda Unida. Sé que depositar mi voto en una urna es como guardarlo en un cajón. A efectos reales parece que sirve para poco.

Por qué voto a Izquierda Unida (izquierda hundida como dice mi hijo con el humor, no exento de sarcasmo, de sus 9 años), por qué voto a esta formación política? Confieso que desde que empecé a ejecer mi derecho al voto, siempre se decantó hacia esta formación política. Los ideales me parecían más cercanos a mí, clase obrera, siempre me he sentido más representada como gente.

También he de decir que en mi historial tengo que apuntar un par de intentos de voto últil: PSOE, para echar a Aznar que parecía haberse agarrado al sillón y amenazaba con seguir haciendo de las suyas (luego me sentí muy decepcionada por las decisiones del gobierno socialista). Y las últimas europeas en que voté Podemos. Me gustó el 15M y todo lo que significó, le reconocí el valor, el revulsivo que supuso y ha supuesto para la política de este país. Además quería llevar al «Coletas» al parlamento europero y no tengo ningún reproche.

Pero en estas últimas generales he vuelto a mis principios, he vuelto a Izquierda Unida, #TodosConAlberto, he sido una #Garzoners.

A pesar de haber estado acudiendo a un círculo de Podemos y participado activamente, no me ha gustado la indefinición de esta formación en algunos temas. No me han gustado los recortes ideológicos, de monarquía no se habla, de aborto tampoco, de terrorismo machista menos que ofende, …. De izquierdas??? No sé, me ha parecido un mercadillo, para tratar de arañar más votos, creo que han olvidado los principios y esos principios han de ser irrenunciables, al menos para mí son imprescindibles e irrenunciables.

Y todo ello lo he visto en Alberto Garzón. Me hubiera gustado que las dos formaciones hubieran ido juntas, hubiera sido más práctico y sobre todo más rentable: ÚTIL!!! (ver)

Pero hay una cosa que me indigna más que perder. Me siento estafada, robada por este sistema en el que mi voto vale una cosa y el de alguien que vota PP,  u otra formación política, vale otra. Cómo puede ser que IU con casi un millón de votos (923.133 votos) tenga dos únicos parlamentarios; mientras que los votos del PP (7.215.752), le han supuesto 123 escaños.

La correlación no la veo, a cuánto está el voto. Pues resulta que el del PP está muy barato: 58.664 votos aseguran un parlamentario. Mi voto a IU ha necesitado de 461.565 votos más para conseguir que una persona llegue al Parlamento en mi nombre.

No es justa esta ley que permite que no tengamos todas y todos las mismas opciones. Bildu con sus 218.467 votos tiene la misma representación que IU. Esto es un sin sentido (ver resultados aquí).

Quiero poder votar en igualdad. Quiero poder decidir lo mismo aquí en Málaga (votando nacional), que en Donosti (votando nacionalismo). Quiero que mi voto valga lo mismo vote a quien vote. Quiero que haya justicia electoral. Quiero circunscripción única (ver), lo demás es otra cosa y se llama ROBO.

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