#TodaslasmujeresTodoslosderechosTodoslosdías

Pasado el 8 de Marzo ya, vistas las repercusiones del mismo, pienso que no han pasado del ámbito de las personas ya concienciadas. Somos las mismas y los mismos hablando de feminismo y de igualdad. Parece que no hubiérmamos avanzado apenas nada.

Los discursos son los mismos. Estamos quienes pedimos igualdad, que se hable de la precariedad del empleo femenino, de los cuidados asumidos por las mujeres, de la dificultad de la conciliación sobre todo para nosotras, de acabar con la violencia machista, de los machismos cotidianos, de la ausencia de nosotras en la historia, del casi inexistente reconocimiento de nuestras aportaciones a la ciencia…

Ese día, mi hija volvió de clase indignada porque un profesor al entrar en clase les preguntó si sabían el día que era. Asistió con estupefacción al discurso de su profesor de plástica hablando sobre lo innecesario de un día para la «mujer trabajadora» (encima!!!), que ya estaba ahí el primero de mayo, y qué es eso de hablar tanto de -as y -os. Que la palabra astronauta está ahí y nadie la va a cambiar por astronauto, pues lo mismo con la de diputados… que a ver qué decían en casa luego cuando lo contaran, que él ayudaba en casa a su mujer… Además se vino con un negativo en francés (han de hablar todo el tiempo en este idioma) al ser incapaz de mantener el discurso sobre lo que era el feminismo ante un compañero y la propia profesora, que le dijeron que el feminismo no busca la igualdad entre mujeres y hombres… 2016. Ella con 13 años, futura mujer del siglo XXI, se sigue enfrentando a las mismas cuestiones y ya está sintiendo el olvido y la ignorancia.

No pude ir a la manifestación de 8 de marzo, tuve que conciliar, no fueron mis hijos, esta vez eran mis padres. Necesitaban que les llevara a hacer unas cuestiones suyas y los acompañé. Conseguí llegar a la proyección del documental «Las sin sombrero» en el Centro Cultural Provincial, con charla coloquio y mesa de debate posterior al mismo.

8_marzo_sin_sombrero

Aunque había visto ya en dos ocasiones el documental, no deja de emocionarme saber de la contribución de las mujeres a la literatura de este país, a la Generación del 27 más concretamente. Pero sobre todo no deja de sorprenderme el olvido de las mismas. Cómo puede ser que se ignore su
contribución artística. Es como aquello de «Nadie hablará de nosotras cuando hallamos muerto». Qué busca el ser humano? PERDURAR!!! Pues esto es más una necesidad cuando se es artista. La necesidad de saber que alguien al otro lado. Que lee, escucha, que ve tus obras. Es una manera de EXISTIR.

Este país ha sido muy poco agradecido, ha tenido muy mala memoria para las contribuciones a la cultura firmadas por mujeres. Ha despreciado nuestras aportaciones. Pero yo pienso que esto ha sido doble desprecio, por mujer y por pensamiento (socialistas, anarquistas, comunistas,… feministas). Ha sido negarlas dos veces, a ellas y a su obra.

De esto trata el documental del olvido a mujeres de tanta importancia como Maruja Mallo, Mª  Teresa León, Rosa Chacel, Josefina de la Torre, Ernestina Champourcín, Concha Méndez, Margarita Gil Roësset, María Zambrano… No mencionarlas, ni siquiera ocultarlas o negarlas. Simplemente no existen. Lo que no se menciona no existe. Y hay tantas… Se las conoce por estar casadas con, haber sido la amante, estar enamorada de… Mujeres brillantes, que pudieron ser bandera de las demás, que quisieron dejar su impronta y abrir el camino a las que veníamos detrás.

Después del documental todo ha sido ir de sorpresa en sorpresa, o de desconcierto en desconcierto, no sé qué sería lo más acertado. Se siguen revelando ante mi muchas de ellas Federica Montseny, Isabel de Oyarzabal Smith, María Lejárraga, las hermanas Uriz,  Margarita Nelken, Constancia de la Mora,…. Es como si todo se estuviera confabulando para que las vea ahora en periódicos, blogs, documentales, libros…

Todas ellas fueron rompiendo techos, abriendo puertas y ventanas para iluminarlo todo. Pero la historia más negra de España cayó sobre ellas y calló sus logros. El franquismo supuso volver a la oscuridad a recluirnos en casa, a no permitirnos ganar nuestro sustento, al control paterno/marital/parroquial… A la oscuridad.

Volvamos a abrir puertas y ventanas para hacer justicia y contar la historia, la de verdad. La historia sin nosotras NUNCA estará completa, sólo será una parte.

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