Europa ya no es lo que era. La Europa de las libertades, tiene su cuota de libertad en las horas más bajas.La Carta de Derechos fundamentales de la UE habla de derechos, pero para unos, sólo para los europeos.
La Carta comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores adoptada en 1989 establece los grandes principios sobre los que se basa el modelo europeo de derecho laboral y se aplica a los ámbitos de libre circulación de los trabajadores, el empleo y las retribuciones, mejora de las condiciones de trabajo, protección social,… Estos derechos sociales representan un conjunto de principios mínimos comunes a todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Así el preámbulo del Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea, reconoce la necesidad de trabajar para la mejora constante de las condiciones de vida y empleo de los ciudadanos europeos. (ver más info aquí)
A lo largo de la historia ha sido la vieja Europa un campo para innumerables batallas. Se ha destruido muchas veces y reconstruido otras tantas. En esos momentos de destrucción y lo contrario, ha habido periodos de escasez y hambruna, los ciudadanos de Europa tuvieron que buscarse la vida por el mundo. Ahí estaban los Estados Unidos, Argentina, Australia y África…. África.
África ese gran continente que tenemos al sur, tan cerca y tan lejos. Al que nos hemos acercado para esquilmar, exprimir,… y que una vez esquilmado y exprimido hemos abandonado a su suerte… hasta que aparece otro recurso natural que agotar.
Nos hemos acercado a este continente como depredadores para no dejar nada, ni siquiera para las hienas, porque somos nosotros las hienas. Pero África sigue en el mismo punto, acosado por las grandes multinacionales, devastado por el hambre, aplastado por las religiones que no le dejan avanzar y herido de muerte por tantas guerras (estimuladas por los países del norte, porque la guerra deja mucho dinero y el gigante del norte necesita comer) que lo han surcado de norte a sur, de este a oeste.
Llevamos ya tiempo escuchando hablar de hambrunas, guerras y de gente huyendo de la desgracia para buscar buena fortuna y mejorar su vida en los países del norte donde hay mejores oportunidades para todos. Llevamos demasiado tiempo escuchando noticias de pateras naufragando y no nos parecía mal que vinieran antes cuando había bonanza, burbujas y mucho trabajo sin hacer del que no gustaba. Cuando consumían, cotizaban, cuidaban nuestros hijos, construían nuestros edificios y limpiaban nuestros bares,… nos parecía bien. Ahora que la burbuja ha estallado, la bonanza ya no es tal,… AHORA nos molestan. Los echamos y hasta les pagamos el billete de vuelta a casita.
Hasta ahí, bien, bueno…. bien. Pero ahora a Europa (nosotros somos parte de esa Europa) le molestan esos “muertos de hambre”, no está bonito. No podemos ayudar a los que se ahogan frente a las costas de Italia, es delito (ver). Sacamos a niñas de camino al cole de los autobuses franceses y las devolvemos a sus países (ver). Hemos sabido en estos días que se mueren intentando cruzar el desierto del Teneré (ver), para venir a nuestra Europa, muertos de sed y hambre, mujeres y niños…. lo dicho, muertos de hambre.
Rajoy recientemente, pidió más apoyo a la UE para los países con frontera a este foco de problemas que es le Mediterráneo, para evitar el “insoportable número de víctimas” y evitar que tras Lampedusa, el Mediterráneo se convierta “en una fosa común”. Es curioso que pida esto cuando estamos ante una nefasta gestión de las fronteras de Ceuta y Melilla, cuando mueren inmigrantes en el Estrecho y Canarias, nuestros CIE´s están como están, restringimos el acceso a la sanidad a inmigrantes,… Y lo último, poner cuchillas en la valla fronteriza de Melilla (ver).
Nosotros, Rajoy más, somos parte de esa Europa, y por eso nos pronunciamos y nos erigimos en voz (defensora?) en los foros europeos. No queremos “fosas comunes” de ahogados,… nadie dijo nada de desangrados.