Lo de arrepentirse en el último momento de los pecados cometidos y golpearse en el pecho pertenece a la cultura cristiana. Y una vez pasado por el tamiz religioso, otra vez tabula rasa. El problema viene ahora que los pecados se cometen en directo y que se exponen los pecadores a la plaza pública, ya no hay que esperar al lecho de muerte para arrepentirse. Ahora hay que flagelarse en facebook, en twitter o en la red social que se venga usando
Hemos asistido al suicidio de la chica italiana (ver). Decidió tener relaciones sexuales con quien a ella le dio la gana y dejarse filmar. Le salió caro, MUY CARO, tan caro como que decidió dejar de respirar. Mientras en las redes y en prensa se hizo escarnio con ella, memes, camisetas… No quiero ni pensar cómo debió de ser su vida, hasta que decidió abandonarla.
Ahora tenemos la situación similar de una chica en Eibar. Decidió tener sexo con quien quiso, ole por ella, dos jugadores de fútbol del Eibar, Sergi Enrich y Antonio Luna. Pero dijo NO, que NO a dejarse filmar. Se hizo sin su consentimiento. Ha salido ahora a la luz pública este vídeo. Rápidamente los dos futbolistas han salido a pedir disculpas al club, (ver) a los valores de la ciudad que no han respetado. Han pedido perdón a los niños de los que son ejemplo? Y a las niñas, futuras «noconsentidoras» de que las graben??? Han hecho un comunicado, una carta de disculpas, en la que la mencionan a ella, en el párrafo penúltimo, como la tercera persona que participó por haber violentado su intimidad.
Queremos igualmente disculparnos por el daño que pueda suponer la divulgación del vídeo a la imagen de la tercera persona involucrada en el mismo.
Pero la lapidación pública a la que se va a someter a esta chica que se ha atrevido a denunciar a los dos futbolistas. Ya la veremos.
Hemos visto los comentarios sobre la chica de los sanfermines: es que no dijo que NO, qué hacía sola con tantos tíos y a esa hora por la calle. Cuando debiera decirse, qué hacían esos tíos sueltos a esa hora por la calle. Sobre la chica de Pozoblanco, que no la creyeron sus amigos, ni un policía local (ver). O Edurne al acoso al que fue sometida porque De Gea, su novio, (ver) otro futbolista ejemplar había metido la pata en un asunto turbio de prostitución, con Torbe de por medio, mal trato… Un dulce.
Obviando sentencias famosas y frases sin desperdicio de personajes de pública relevancia, el juicio público al que se nos somete a nosotras las mujeres, siempre es el mismo. Luego dicen que no denunciamos. Es un acto de valentía ir a denunciar, porque nos expone la sociedad, a través de los medios que tiene para defendernos, a una DOBLE VIOLACIÓN. Y no queda muy claro si el cabrón es él o la guarra es ella.
La solución que nos dan pasan por cuidar la vestimenta, el lugar, los horarios, las amistades, nuestra bebida. Y la educación institucional? El aprendizaje como sociedad? que ha de asumir que no somos cosas, que yo no soy tuya, que yo soy sólo MÍA.
Nos quieren en casa y con miedo en la calle…Nos queremos PODEROSAS, CONFIADAS y LIBRES.
