2015 ha llegado, mejor dicho, ha irrumpido en nuestras vidas, nos ha sacudido muy cerquita en el corazón de Europa, París. Es por ello que el «mundo civilizado», está aterrorizado y se da golpes en el pecho, llorando las muertes, tristes muertes de los que han cometido el desmán de empuñar un lápiz.
La verdad es que fue terrible. Las imágenes hacían daño, mucho daño. Me indigné. Me puse en la piel de ellos, alguien que está sentado en su trabajo y llegan lo encañonan y adiós (ver). Y todo por opinar, por decir, escribir, dibujar, lo que piensas.Triste, muy triste.
Pero en ningún informativo he visto «otras cosas» que también pasaron ese mismo día. El 7 de Enero en Baga, Nigeria, hubo otro atentado en el que murieron «al menos 100 personas en otro atentado de Boko Haram» (ver), también a manos de extremistas yihadistas islámicos (ver). Pero fue en un país de África, de esos que no cuentan para nada, donde se mueren todos los días por cualquier cosa, hambre, explotación, guerras, enfermedades como ébola, o simplemente de pobreza.
Alguien se acuerda del ébola? no. Ya no hay ninguna Teresa Romero sufriendo la enfermedad. Os acordáis del espectáculo mediático al que asistimos. Espectáculo bochornoso de autoridades, declaraciones desafortunadas, en fin un despropósito. Pues esa es la sensación, que somos como Dolly de «Buscando a Nemo», de memoria de pez adolece el mundo actual. Olvidamos todo al momento. Pero padecemos de algo peor, de ceguera. Ignoramos lo que no vemos, lo que no queremos saber. Quizás por ello cuando suceden estas cosas nos situan en la realidad, nos hacen ver nuestra fragilidad y que no estamos solos.
Pero lo que también debiéramos aprender es que vivimos en un mundo global, es decir, que hay muchos puntos a los que mirar, que al igual que no estamos solos, los demás, los que sufren iguales situaciones tampoco lo están.
Porque el atentado del Charlie Hebdo se produce todos los días, todos los días entran en algún sitio y encañonan a alguien, todos los días entran en un supermercado, que no está en París eso sí, y cogen rehenes, ni dos, ni cinco, doscientas niñas,…
No somos el ombligo del mundo, el mundo es más grande y por eso han asesinado a los dibujantes del Charlie Hebdo, porque ellos lo sabían y denunciaban en sus dibujos lo que no les gustaba. Lo denunciaban sin miedo. No perdamos el espíritu de ese día, #JeSuisCharlie en todo momento y mirando a todos lados, sin perder de vista las injusticias, TODAS, las que suceden aquí, en París, o en Siria, Palestina, Afganistán, Pakistán, Nigeria, Iraq….
