Aurore Tabort con 50 y Nina Simone

Este fin del verano ha sido muy especial en lo personal . Estoy «entrando en el otoño» con proyectos  nuevos. Llego a los 50 (edad con cierta importancia en esto de hacerse mayor) llena de ilusión y expectativas. Acercarse a la quinta década es como una meta, un ecuador dentro de una vida. 50 años: momento de ser invisible o de decir aquí estoy yo.

Este fin de verano también he tenido el placer de ver Aurore, 50 primaveras, una película francesa de Blandine Lenoir,  que habla precisamente de este proceso de cambio de llegar a los 50 con la ilusión de los 18, pero con una vida que no para y que si te descuidas te engulle. Momento en que aparece la menopausia, las hijas e hijos se hacen mayores y ya no te necesitan (o te necesitan menos), donde el trabajo sigue siendo precario… Pero las ganas de vivir y ser feliz siguen siendo las mismas y se disfruta la vida intensamente.

Un subidón la película. Esa amiga provocadora y rompedora, la sensación de que de repente eres invisible por no ser joven ya, los sofocos que aparecen…

La película está contada con sabiduría, sabe transitar por la emoción y la ternura para acabar en la risa más escandalosa. Tiene escenas impagables como el día en que encuentra un trabajo de limpiadora y le da su compañera un discurso acerca de la transversalidad, o cuando empieza a trabajar cuidando a unas mujeres mayores maravillosas (una «comuna» de mujeres libertarias) donde le hablan de feminismo, sexualidad y de los cuidados mutuos…

Si tengo que quedarme con algún momento, me quedo con este del video, en que una inmensa Agnès Joui hace toda una declaración de principios mientras baila este tema de Nina Simone, perfectamente encajado en la BSO. Ha pasado a ser mi himno desde ese día.

 

Os invito a verla encarecidamente. Ahora que tengo más cerca los 50 confieso que la serenidad no llega, sigo teniendo (casi los mismos) miedos, pero a veces (ya cada día más veces) me sorprendo actuando con fuerza y respondiendo asertivamente. Sostengo mis posturas y mis posiciones sin dudar. Por fin sé que no tengo que esforzarme por gustar, que esta soy yo y que me gusta ser yo. Pues de todo eso va Aurore, de ir a por los 50 y seguir adelante porque estamos vivas y es maravilloso.

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