Sufragistas, madres, hijas, hermanas, REBELDES

Fui tras las navidades al cine, o más bien debiera decir, conseguí ir al cine. Objetivo: ver «Sufragistas». Tarea de las distribuidoras o de las salas de cine: ponerlo difícil.

Se proyectaba sólo en dos cines en una ciudad como Málaga y en dos únicas sesiones, una en cada uno de los cines. Teniendo en cuenta que en el reparto estaban Helena Bonham-Carter y Meryl Streep, no lo entendí. Claro está, competir con «el despertar de la fuerza» y «los ocho apellidos….» es difícil. Además en la sala aparecía que no era recomendada para menores de 16 (¿?). Fui a verla y además llevé a mi hija, menor de 16 por cierto.

Eran las 15:10 y por supuesto la sala estaba casi vacía, hora de comer. Nosotras en un acto de militancia comimos rápido antes de entrar.

La historia no por conocida deja de emocionar, eso sí conseguí no llorar. Plena revolucion industrial. Malas condiciones laborales y peores para las mujeres. Abusos de poder. Trabajo infantil. Muertes prematuras… Condiciones de exclavitud.

Entre medias la historia de unas mujeres que sufren discriminaciones varias,  consideradas débiles mentales, madres y dependientes de un marido que las representa/autoriza/dirige. Con leyes que no han votado y que por tanto no las obligan a nada, porque los hombres que las han hecho/redactado/votado no las representan (suena, verdad?). Carentes de derechos se ven abocadas a la única lucha posible: el sufragismo. Quiero poder decidir mi futuro, quiero ser dueña de mi destino.

Se dan cuenta de que la única manera de que hagan caso es llegar a la lucha activa y que habrá que usar todas las armas posibles, incluída la lucha activa, para que se vea que existen sus reivindicaciones y se conozca la causa femenina.

Toda una lección de historia, historia de las invisibles, nosotras la mujeres. Historia de la que no se enseña en los libros escolares y que sin embargo fue todo un hito para la humanidad, de la otra mitad de la humanidad.

Esta lucha sigue estando viva, hoy sigue teniendo sentido, aún seguimos luchando por las mismas cosas, por ser visibles. Esta historia debe ser contada, por respeto a todas las que hicieron tanto por nosotras y nosotros para hacer de este un mundo más justo. Y como sucede en la película, puede parecernos que el objetivo es demasiado grande, que somos pequeñas, pero TODAS y TODOS podemos hacer cosas en nuestro entorno más cercanos. No olvidemos que los pequeños arroyos hacen un gran río (proverbio chino).

Como dice en un momento de la película, Emmeline Pankhurst, activista política británica y líder del movimiento sufragista: «Prefiero ser rebelde antes que exclava». Pues así es como nos quiero este 2016:

LIBRES, REBELDES Y EN LA LUCHA

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