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El amor lo perdona todo?

Tenemos un 2017 recién estrenado, terminando un enero en el que ya llevamos 4 mujeres asesinadas oficialmente a las que hay que añadir otras 2 más, aún oficiosas. «Supuestamente» han sido asesinadas por violencia machista. Parece ya un ente cuando la mencionan así: han sido asesinadas por violencia machista??? Quién es «violencia machista»?

confidencial

Quién enseña a hacer estos titulares a los periodistas? Quién es el culpable aunque sea presunto?

Como dice Miguel Lorente a qué se debe esta realidad? Que cada cual elija la respuesta. Yo la tengo clara.

A pesar de las cifras, seguimos igual. La sociedad (machista) diciendo que somos unas exageradas (las feministas) cuando alzamos la voz y ejercemos acciones para denunciar que nos están matando, pero esa misma sociedad que nos juzga nada dice de la publicidad sexista (como la de la Piara) ni de los mensajes machistas que recibimos todos los días a cualquier hora y por cualquier medio: prensa, tele, redes sociales, grupos de wassap, compañeros de trabajo…

Ahí seguimos mientras tanto, muriendo de amor, ya no solo en las pelis o en las canciones. El amor lo cura todo y si es amor de verdad, lo perdona TODO. Si es amor de verdad no denuncia, si es amor de verdad no investiga… Con esos amores de verdad llevamos ya 6 mujeres asesinadas por hombres que las amaban mucho. Como dice mi adorado Ismael Serrano «…y de amarte tanto, tanto, puede que no te ame bien…» Leer más

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Cuento de Navidad en 2016

 

Erase una vez concretamente en los días mejores del año, la víspera de Navidad, el día de Nochebuena en que el viejo Scrooge estaba muy atareado sentado en su despacho.

Si Charles Dickens viviera hoy, temo que esta sería la historia que estaría contando, la que os voy a contar. Scrooge trabajaría en un despacho en la Unión Europea, o en un ministerio de cualquier país de la misma.

La noche víspera del día de navidad las hijas de una amiga, paraguaya, montaban en un avión rumbo a España para venir a ver a su madre y presentarle a la nieta que aún no conocía. Hicieron el viaje con mucha ilusión y con un desembolso muy grande de dinero para ellas.

Además de la ilusión por ver a su madre, tenían que ser y parecer turistas. En los bolsillos más de 2000€ para acreditar que tenían dinero para gastar en el punto de destino. También tenían que tener una reserva hostelera de al menos dos días (se ve que si vas a ver a mamá no te puedes quedar en su casa). Pagado también el billete de vuelta.

Iniciaron el vuelo con expectación, precaución y algo de miedo, nos pararán en Barajas? En la agencia de viajes les habían dicho que dijeran no conocer a nadie en España cuando les preguntaran y que aunque su madre fuera residente, era mejor que no les hiciera «carta de invitación». Era sospechoso.

El «algo de miedo» no era muy real más bien era mucho miedo. El miedo de quien se sabe sospechosa, por el simple hecho de parecer de otro país, de un país pobre. La piel marroncilla (que diría mi hijo); el pelo tan negro, tan largo y tan lacio tampoco ayudan. Las caras de susto, el no querer elevar la voz para que no se nos note, que la niña no haga mucho ruido. Leer más

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#25N Nos siguen matando y ellos al postureo

Todos los 25N hablamos de violencia de género, de violencia cero, de no consentir esos ataques, esas agresiones. Pero estas demandas, estas reivindicaciones están vacías si no se vinculan a la causa que las genera, si no se dirigen a las personas/instituciones que pueden/deben hacer cosas para que no se produzcan esas agresiones. Se llama patriarcado y parece que nos da miedo decirlo. Acostumbrémonos a llamar a las cosas por su nombre, no es violencia de  género, es VIOLENCIA MACHISTA.

Todos los años sucede igual cuando llega el #25N. Escuchamos el mismo discurso una y otra vez. Nos hablan «con suerte» de asesinadas y no de muertas. Asesinadas en un limbo tal, que no se reconoce al asesino. Parece que no existiera. Ella está expuesta, con sus puñaladas, con los golpes inflingidos, con las patadas asestadas. Son 92 o son 29?  Esto es según el asesino.

Contabiliza la asesinada, o no contabiliza, porque pasamos a discutir sobre su «pedigrí». Nos tiene que quedar claro que no todas cuentan, que no todas son violencia de género. Pero a mí no me queda claro.

No es igual que te asesine tu (ex)marido, tu (ex)novio a que lo haga tu  amigo, una panda de descerebrados que se cruzaron en tu camino, o que acabe con tu vida un cliente. Aunque el resultado sea el mismo estás muerta, no es igual. No cuentas como «víctima», no sales en las estadísticas por ese concepto. Esto se llama hacernos trampas en el solitario.Y mientras, seguimos con datos escalofriantes, de agresiones, violaciones, asesinatos. Pero seguimos empeñadxs en dejarnos engañar.

Ahora han negociado un de «Pacto de Estado de violencia de género». Pacto impulsado por quienes cuestionaban hasta hace no mucho que se llamara así: violencia de género (no tengo muy claro que hayan modificado su discurso). De hecho, hablaban de violencia doméstica, porque los hombres también son asesinados… No voy a decir nada más sobre esto, por que me aburre.

Pacto auspiciado además, por un gobierno que ha hecho terribles recortes que nos afectan a nosotras más que nadie y que está ejerciendo contra nosotras violencia institucional, en forma de recortes en sanidad, educación, en medidas laborales, precarizando el mercado de trabajo… Haciéndonos más pobres en definitiva. Esto también es violencia.

Pero eso sí, luego llegan estos días y los políticos están como locos por hacerse fotos con las feministas, por engancharse a pancartas, ponerse pegatinas y lazos, incluso dar discursos encendidos (pero huecos). Se apuntan a campañas internaciones como la de #HeForShe. He flipado con la campaña de la Diputación. Leer más

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Ego te absolvo pecatus tuis, si eres futbolista

Lo de arrepentirse en el último momento de los pecados cometidos y golpearse en el pecho pertenece a la cultura cristiana. Y una vez pasado por el tamiz religioso, otra vez tabula rasa. El problema viene ahora que los pecados se cometen en directo y que se exponen los pecadores a la plaza pública, ya no hay que esperar al lecho de muerte para arrepentirse. Ahora hay que flagelarse en facebook, en twitter o en la red social que se venga usando

Hemos asistido al suicidio de la chica italiana (ver). Decidió tener relaciones sexuales con quien a ella le dio la gana y dejarse filmar. Le salió caro, MUY CARO, tan caro como que decidió dejar de respirar. Mientras en las redes y en prensa se hizo escarnio con ella, memes, camisetas… No quiero ni pensar cómo debió de ser su vida, hasta que decidió abandonarla. Leer más

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Al turismo una sonrisa

Vivo en el centro de Málaga. Desde que accedí a mi primera vivienda lo hice encantada en el centro de mi ciudad. Mi vida siguió avanzando e incorporé a otros inquilinos a mi casa, mi chico y mi hija. La guardería cerca, a los trabajos íbamos andando. Supermercado en la esquina, papelería cerquita (la papelería Morales hoy un noodles), zapaterías, mercerías (Torre y Marymar, toda «mi» vida en calle Santa Lucía), panaderías, ultramarinos, droguería, el mercado central…, todo a dos pasos. Un lujo ir andando/paseando a todos sitios. Esto era «Slow life» de veras. Genial

Queríamos aumentar la familia, mi hija quería un hermanito. El pisito de un dormitorio era cada vez más pequeño.Yo, que había crecido en el campo, corriendo por verdes prados y trepando
a árboles, cazando lagartijas para ver si era verdad lo del rabo y cogiendo grillos, rescatando gorriones y robando manzanas…, quería ir a vivir al campo y a mi chico le gustó esa opción. Empezamos a buscar casa en el campo, pero las lindes poco claras, el poco presupuesto nos quitaron las ganas.

Entremedias apareció nuestra casa. Un piso en un edificio centenario, en pleno centro con unos ventanales maravillosos, luz a raudales, suelos preciosos de baldosa hidráulica. Nos enamoró y no vimos más allá, nos metimos hasta las cejas en obras, veíamos las posibilidades, nos transmitía buenas vibracioness.

Tuvimos a nuestro hijo, la casa estaba cada día más bonita. A la par el entorno empezó a decaer. Proliferaron los «chinos», los «compro-oro». Cerraron locales malagueños emblemáticos y salían como setas locales de franquicias, que casi siempre eran un bar. El centro de mi ciudad se transformaba en el centro de cualquier ciudad. Leer más

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La vida sigue igual para «los comunes»

Siempre me he considerado una persona interesada por los temas políticos y activa socialmente. Echar un vistazo a la prensa y a las redes sociales. Escribir, compartir, opinar, difundir. Todos los días.

Confieso que me he tomado vacaciones de mis (pre)ocupaciones. He intentado desconectar sobre todo del panorama político. Las gafas violeta no me las puedo quitar así como así. Vienen de serie.

Hasta diciembre seguí con interés la campaña electoral, las posteriores elecciones, las sesiones de investidura… Informadísima. Pero tras ver el espectáculo tan penoso que están dando estos personajes que cobran por (no hacer) su trabajo, me he ido desconectando. Confieso, además, que no he notado la diferencia entre tener o no tener presidente.

Ahora están, otra vez, intentando constituir gobierno. Estos (pro)hombres están haciendo discursos y declaraciones grandilocuentes en el parlamento, sede de la soberanía popular.

Este verano me he dedicado sobre todo a leer. He preparado mi viaje a Londres y me he documentado sobre la ciudad.  Para ello he tenido como libro de cabecera «Paseos por Londres», de Laura Freixas (ed. La Línea del Horizonte). Fantástico. Una serie de textos de Virginia Woolf, en los que habla con pasión de Londres. Recomendable totalmente por la forma de acercarte a la ciudad y a la escritora.

Entre estos textos quiero destacar uno que viene como anillo al dedo a nuestra actual situación  política, «Cámara de los comunes». Leer más

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Altas capacidades, pocas oportunidades

En Píkara, el espacio «El conejo de Alicia», esta vez no ha hablado de feminismo.  Lo ha hecho acerca de cómo ser madre de un hijo con altas capacidades. Me reí muchísimo con su lista de las 6 frases que toda madre/padre en esta situación habrá escuchado, no una sino varias veces, a lo largo y ancho de la vida académica de su hija o hijo. Yo os voy a contar mi periplo cuando quien tiene estas «cualidades» es una niña.

Desde siempre mi hija fue brillante, eso sí, ni componía óperas, ni tenía publicados varios libros,.. (;D). Pero qué madre no cree que su hija es especial, que es lo normal que lea perfectamente con 4 años, que desde siempre dibuje bien, que te pregunte cosas, que quiera saber, que experimentara, que escuchara MÚSICA, que tuviera criterio político, que quisiera aprenderlo TODO y leer, siempre LEER. Pues yo pensaba que todas las niñas y niños eran así.

Con 3 y 4 años las profesoras me decían que era muy inteligente. Cuando con 5 años me dijo la profe que mi hija era la única que sabía leer de su clase, tampoco pensé nada, sólo que ella lo había hecho antes, que cada niña o cada niño lleva su ritmo. Y ya se sabe que las comparaciones son odiosas.

Voy a hacer como Alicia, hacer un listado con las 6 mejores frases escuchadas de boca de las maestras y maestros que le han caído en suerte. Leer más

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Presuntamente presuntos

El pasado mes en Málaga tuvo lugar una violación a una niña de 14 años. Ayer me enteré. Una niña que pertenecía al entorno de mi hermana. No voy a hablar de los pensamientos iniciales, deseé no haberlo sabido, tuve miedo. Ganas de llorar, tengo una hija de esa edad. Ganas de llorar por mi hija y por la hija de otra mujer.

Me lancé a buscar la noticia por internet y encontré una «excusa» para cabrearme: cómo se recogió en prensa. Estos son los artículos que he encontrado. Los he agrupado en cuatro bloques:

1º La PRESUNTA, SUPUESTA, violación. discutir si el hecho se ha producido. No vaya a ser que la niña se lo haya inventado o que se una falsa denuncia, que de esas hay muchas. Leer más

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Una cosa y la contraria

La semana pasada mi hija estuvo con el instituto visitando el comedor de Santo Domingo. Le pregunté si no llevaba nada y como si fuera yo la que estaba hablando me dijo que no, porque eso era caridad cristiana y que a las personas no había que darles comida sino ayudarles a salir adelante.

Siempre hemos intentado no adoctrinar a nuestros hijos. Por supuesto en casa manifestamos ambos lo que pensamos y a poco que se nos vea, se nos escuche, se sabe de sobra que cojeamos del pie izquierdo. Es inevitable, somos personas, pensamos y respiramos (útimamente pienso que hasta estamos hiperventilando). Hice de abogada del diablo y le dije que el comedor no sólo da comida, que también, porque las personas necesitan comer, y si no lo hacen allí, dónde; que allí no tienen que mendigar comida, sino que se les invita a sentarse y a comer en un sitio digno.

Mi hija me miró con cara de confusión, en su mirada había desconcierto. Le expliqué que a mi me parece que eso lo han de hacer las instituciones, que el estado no puede dejar a sus ciudadanas y ciudadanos a la intemperie, desprotegidos y que donde no llega el estado tenemos que llegar los demás, eso se llama solidaridad.

Llevó garbanzos, pasta, galletas y algo más que no recuerdo ahora y al volver a casa me dijo que tenía razón. Que tenían un servicio de psicología, que se les ayudaban a buscar trabajo y que el objetivo era que pudieran normalizar su vida y sentirse personas.

A veces me preocupa caer yo en el dogmatismo y ser intransigente con quienes piensan diferente, no quiero que tengan la sensación de que sus padres, o incluso ellos, son los que están en posesión de la verdad. Respeto y pensamiento crítico son lo que permiten avanzar y evitan que caigamos en el dogmatismo. Leer más

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Basurita en el ánimo

Astenia primaveral otra vez? Uno de mis «subeybaja»? Cualquiera de estas excusas me sirve para poner nombre a la apatía/congoja que me invade estos últimos días. Compromisos familiares estresantes desde luego podrían ser el origen. Pero siento que eso no es. No estoy haciendo lo que debo hacer. Creo que lo que tengo es un ataque de responsabilidad. No estoy haciendo lo que debo? Más correcto sería decir: lo que he escogido hacer?

El año pasado adquirí un compromiso con unas mujeres, con sus familias, con las compañeras a las que he pedido me acompañen en este viaje. No saco tiempo suficiente, la rutina, el día a día que lo devora todo, me impide llegar. Eso hace que me enfade dos veces: con mi vida normal (familia, trabajo…) que no me permite hacer lo que quiero (las obligaciones/o el no saber delegar) lo que debo y por otro lado también me enfado conmigo porque no sé si estaré haciendo lo bastante para estar formada y preparada. Leer más